Negocio familiar iniciado en 1994. Empezamos abriendo La Posada-Cafe como bar. Poco a poco fuimos introduciendo las raciones de jamoneria (jamón, queso, lomo, chorizo, salchichón, cecina), hicimos las tortillas de patatas, el lacón caliente con aceite de oliva y pimentón (tipo el pulpo, a la gallega) y la ensalada de tomate y cebolla, cosas sencillas.
Construimos un comedor junto al edificio existente, pusimos una cocina y ampliamos nuestra oferta con una completa carta de ensaladas, carnes, pescados, raciones, postres, vinos y un menú diario.
Ahora somos un pequeño restaurante con el toque de antaño que nos caracteriza.
Nuestra tortilla y el lacón se mantienen en la carta arraigados fuertemente entre los nuevos y variados platos.
LES ESPERAMOS
"DISFRUTE AHORA DE UN LUGAR DE ANTAÑO"
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